miércoles, 15 de julio de 2009

Editorial Capítulo 2: Palabras...

Palabras de más, palabras de menos…
¿Qué sería de un programa de radio sin palabras?... Quedaría condenado al silencio o a simples sonidos, o tal vez, envuelto en melodías.
Palabras malas, palabras buenas. Palabras dulces y agrias; palabras fáciles o difíciles. Yo diría, en fin, palabras, porque más allá de ellas existe un sentido que se fija a cada una, una imagen y un uso. Cada palabra en su lugar, sin poder salir de allí, como el botón cosido a un almohadón. Entonces, palabras atrapadas, encadenadas a un sentido.
Jacques Lacan, uno de los grandes teóricos del psicoanálisis, decía que "el significante en cuanto tal, no significa nada", y se refería a que las palabras sueltas, por sí solas, tal como podemos oírlas o escribirlas, no son nada. Sólo comienzan a hablarnos cuando un sentido le asignamos.
Las combinamos, nos apropiamos de ellas, desconocemos otras, peleamos o amamos con ellas, y tratamos de cambiar el mundo ayudándonos con palabras. También dependemos de que existan determinadas palabras para expresar lo que sentimos. Muchas veces, lo que atraviesa nuestras emociones, no encuentra palabras que puedan decir lo que sentimos y ponemos en su lugar comodines. Y así las palabras nos confunden y nos enredan.
Cuando las palabras sobran, hablan los gestos y el cuerpo. Pero a veces, cuando faltan las palabras, el silencio nos asfixia y aplasta.
¿Qué sería de un programa de radio sin palabras?... Aquí las palabras se encadenan y desatan la imaginación de quienes las escuchan. La audición despierta a los otros sentidos, quienes se conjugan en un momento único e irrepetible… como este.

Astrid Julieta Zucconi

1 comentario:

  1. Muy lindas palabras elegiste para dar este significado al texto!
    Saludos!

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